1. El día de hoy nuestra democracia se juega una parte
importante de su credibilidad, madurez o desarrollo.
En los últimos años en medio de crisis económicas y de los
problemas de seguridad en nuestro país la democracia se ha visto presionada a
ofrecer resultados. No son pocos los que se han manifestado desencantados por
haber alcanzado un estado democrático; pero por otro lado, nos hemos estancado en
lo económico y en lo social. En este sentido, la pregunta es si la democracia
es capaz de ofrecer una vida equitativa, justa y digna a los ciudadanos.
De esta manera, la renovación en los cargos de elección popular
es un propósito sobresaliente pero ya no el más importante. Con el proceso
electoral 2012 se espera que a través de la elección de nuestros gobernantes y
representantes hagamos posible un
progreso en lo económico, social y cultural. La democracia está llamada a
cumplir con las expectativas no solamente políticas sino también sociales.
2. Para poder arribar a este propósito, ciertamente, es
necesario concluir el proceso electoral con participación y civilidad.
3. Todos los ciudadanos estamos comprometidos a ejercer nuestro
voto de una manera libre y responsable. La participación electoral es la
manifestación de una sociedad no solamente conciente de sus problemas sino
también activa en la construcción de soluciones. No piense que su voto es uno
en medio de millones sino que es la suma de millones por buscar un mejor país.
4. Hacen posible la participación las autoridades electorales
por medio de miles de acciones desde la promoción hasta el recuento de los
votos. Son responsables ante los mexicanos de su actuación y por ello, todo
debe ser transparente. En algún momento de nuestra historia nos sentimos
orgullosos de nuestras instituciones electorales pero también ya comprobamos
que sino las cuidamos puede venirse abajo todo el prestigio conseguido.
5. Es verdad que los primeros en capitalizar la participación
son los partidos políticos. El día de hoy algunos festejarán y otros se verán envueltos en el silencio de
la derrota; sin embargo, todos deben
comprometerse en mantener la vitalidad de la democracia que se asfixia con las
prácticas clientelares, la corrupción, la impunidad y la indiferencia a los
problemas de la sociedad.
Deseamos una participación copiosa pero también deseamos el
respeto de los partidos políticos a la voluntad de los ciudadanos no solamente
con el reconocimiento del ganador sino también considerando a los pensaron y
decidieron diferente. Algunos ven un México dividido por la competencia
electoral, más bien se trata de un México plural. Por esa razón, los partidos
deben comportarse como la parte de un todo cuyos objetivos sean la comunicación
y la canalización.
Desconocemos si el día de mañana vayan a existir inconformidades
electorales pero de lo que si tenemos certeza es que los mexicanos ya no
apoyamos la confrontación o la parálisis mientras existen millones de personas
sin empleo o sin la posibilidad de dar una mejor vida a su familia.
Hacemos votos para que la jornada transcurra pacíficamente y al
final sepamos a quién respaldo la mayoría porque en definitiva es mejor contar
cabezas que cortar cabezas.
6. Al concluir con éxito el proceso electoral de 2012 la
democracia mexicana dará un paso en firme y en beneficio de todos los
protagonistas, a saber: autoridades, partidos, políticos y ciudadanos pero el
trabajo apenas comenzaría. En otras palabras, necesitamos ver más allá de las
victorias electorales.
7. Hacer de la democracia un estilo de vida en nuestro país es
todavía un logro no alcanzado porque aún
persisten inercias autoritarias en los diferentes ámbitos de nuestra vida
social. Todavía queda mucho por hacer pero es necesario el trabajo de cada
ciudadano. Por el día de hoy que cada de nosotros se ponga de pie, tome su lugar en la fila y
pueda votar en libertad por quien le ha convencido de realizar las mejores
acciones para nuestro país. Así la democracia mantendrá su camino de madurez.
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