1. Para este domingo teníamos contemplado presentar y analizar
algunas de las principales propuestas de los candidatos a la Presidencia de la
República; sin embargo, ha surgido un fenómeno inesperado que, en los últimos días, ha
revivido las monótonas campañas electorales.
Nos referimos al movimiento, encabezado principalmente por
jóvenes universitarios: Yo Soy 132
que ha salido a las calles a manifestarse y a exigir a los medios de
comunicación que no se manipule la información. Estos jóvenes han podido
encontrar eco con facilidad porque han aprovechado las herramientas de las
redes sociales que les permite expresarse, comunicarse y organizarse.
¿Cómo empezó todo?
2. Inició con el incidente del candidato Enrique Peña Nieto a la
Universidad Iberoamericana del Distrito
Federal en donde algunos de los estudiantes se manifestaron en su contra.
Aunque se discutió mucho este acontecimiento en relación a la
conducta de los universitarios y del mismo candidato; lo que en realidad
provocó la formación de Yo Soy 132 fue la cobertura de los
medios de comunicación pues protegieron la imagen de Peña Nieto minimizando las
acciones de los estudiantes y las declaraciones del líder del PRI, Pedro
Joaquín Coldwell y Arturo Escobar, vocero del Partido Verde; quienes manifestaron que se trataba de personas
manipuladas por un oposición.
En respuesta, 131 jóvenes difundieron un video mostrando su identificación como parte de la
Universidad Iberoamericana manifestando que no son acarreados ni porros. De
esta manera, más jóvenes de otras casas de estudios se han unido, asumiendo que
todos se han convertido en el alumno 132. De ahí el nombre de Yo Soy 132. Usted puede revisar el
video en youtube.
Posteriormente aprovecharon las redes sociales para su difusión
y para convocar a distintas marchas para exigir una elección libre e informada.
Usted lo puede comprobar en la página de internet: yosoy132.mx, en el twitter:
@YoSoy132 o a través del tema #MarchaYoSoy132 y también se le puede encontrar
en facebook, google+.
Muy probablemente usted no tiene acceso a estas redes sociales pero
con seguridad su hijo, su sobrino si lo tiene. Es una oportunidad para
acercarse, aprender y conocer el cúmulo de información y expresiones que se
manifiestan en estos medios del siglo XXI.
Después se realizaron diferentes marchas en contra de las
televisoras y del candidato Enrique Peña Nieto. La participación de los jóvenes
es notable en el Distrito Federal pero ha tenido eco en diferentes estado del
país. Por lo menos aquí en la ciudad de León se han llevado a cabo las marchas
con un número creciente de personas.
Hay que destacar que el movimiento Yo Soy 132 no ha asumido una
posición partidista, es decir, hasta el momento no ha apoyado algún candidato
en específico, aunque algunos señalan que el más beneficiado podría ser Andrés
Manuel López Obrador.
Lecturas del movimiento.
3. Como en casi todos los fenómenos políticos existen lecturas a
favor y otras en contra.
Los que están a favor han señalado que se trata de la Primavera mexicana porque la
participación de los jóvenes traerá aspectos positivos a una competencia
electoral que parecía definida por los medios de comunicación. Incluso algunos
analistas rescataron las palabras de Carlos Fuente, en el sentido de que
deberíamos aprender de los jóvenes. Para gran parte de estos analistas este
movimiento se ha convertido en el parteaguas del proceso electoral.
No obstante, para los críticos del movimiento permanecerá como
una característica de este proceso electoral porque las marchas junto con sus expresiones políticas
no se convierten necesariamente en votos en las urnas que son a final de
cuentas los que definen la elección. Algunos llegan afirmar, como el caso de
Javier Romero, que el alcance de las
redes sociales está muy lejos de convertirse en una expresión masiva en nuestro
país.
Nuestra conclusión.
4. El movimiento Yo Soy 132 es positivo porque ha suscitado la
participación de los jóvenes demandando una elección libre e informada.
No se trata de un movimiento que promueva la violencia sino la
organización y la exigencia de hacer valer sus derechos. Los jóvenes se han
dado cuenta que las cosas en política no pueden cambiar si se mantienen al
margen. Este aspecto positivo trascenderá, incluso si el movimiento queda en
una anécdota del proceso electoral
porque los que han participado comprobaron lo que pueden conseguir
organizándose. Como señala Sartori respecto a la igualdad: para conseguirla hay que luchar contracorriente, porque la desigualdad
se mantiene dejando las cosas sigan de la misma manera.
El movimiento no se reduce a los jóvenes sino al interés de
todos los ciudadanos que buscan una mejor democracia para México.
El cuestionamiento a los medios de comunicación, en especial a
las televisoras, es una muestra del desarrollo de la capacidad crítica de
nuestra sociedad hacia su realidad social y la misma realidad política.
Naturalmente el movimiento surge espontáneamente y agrupa
distintas visiones sobre lo debería ser México; sin embargo, ha demostrado que
si se puede cerrar filas en torno a una causa.
Finalmente, es verdad que para llegue a incidir en las
elecciones y/o en la democracia de nuestro país necesita de una política
organizada, pero no nos llenemos de pesimismo porque estamos ante esa
posibilidad.
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