Tomaron
protesta los Ayuntamientos en todos los municipios del estado de Guanajuato
para el periodo 2015-2018 con la posibilidad de reelección por tres años más.
En
varios municipios se dio la alternancia partidista, como es el caso de Cd.
Manuel Doblado, San Francisco del Rincón, Silao, Guanajuato y León. Éste último
es uno de los más relevantes por sus implicaciones políticas para el resto del
estado debido a la cantidad de población y actividad económica.
El
Partido Revolucionario Institucional gobernó durante estos tres años el
Municipio de León entre proclamas de que se trataba el fin de la hegemonía del
PAN en el estado. En síntesis, pasarían de gobernar el municipio más
importante, a gobernar a toda la entidad; sin embargo, el proyecto fracasó.
Fracasó
por el simple el hecho de que no pudieron mantenerse en el poder. Uno de los
objetivos de la política, tal vez en uno de los sentidos más fríos, es acceder
al poder con la intención de mantenerse en él. Desde esta óptica, el gobierno
resultado de la coalición del PRI y el PVEM no pudieron confirmar en las urnas
los logros de su administración.
Esta no
solamente es una mala noticia para los priístas, también lo es para la
democracia local. Si consideramos a la democracia como: “el sistema de gobierno en el que los ciudadanos pueden llamar a cuentas
a los gobernantes por sus actos en el dominio público, a través de la
competencia y cooperación de sus representantes electos”(Crespo, 1997) .
Desde
esta perspectiva, la conformación de un sistema competitivo se diluyó en el
breve lapso de tres años. Esto dejó a los leoneses sin más alternativas y sin
la posibilidad de que la competencia se consolidara para ver a las mejores
opciones de cada una de las fuerzas partidistas.
Solamente
dejó una alternativa y no es una cuestión de considerar al PAN como un partido
negativo sino porque hasta el momento, la experiencia nos ha mostrado como la
concentración del poder en una persona o en un partido deja resultados negativos:
“la gran mayoría de los individuos, si
pueden beneficiarse de su poder, afectando los intereses de los ciudadanos
comunes, y sin que por ello sean castigados de alguna forma, lo harán” (Crespo, 1997).
¿Por
qué perdió el PRI en las elecciones municipales de 2015?
“La
victoria tiene cien padres, pero la derrota es huérfana”. Si retomamos las
declaraciones, las publicaciones y las noticias de los protagonistas priístas
de estas elecciones podremos confirmar que nadie se asume como responsable. No
verá a la expresidenta, ni al presidente sustituto, ni al jefe de partido en el
estado ni el del municipio, al excandidato, a los excandidatos de la planilla asumir
la responsabilidad del resultado electoral.
Por
otra parte, no se trataría solamente de identificar una variable como la
causante de la derrota; al contrario, es una serie de causas interrelacionadas
cuya consecuencia fue el poco respaldo del electorado. Algunas de estas causas
podrían ser las siguientes:
1. La
coalición electoral PRI-PVEM no se tradujo en una coalición de gobierno y su
desgaste al interior afectó seriamente el proyecto de continuidad.
La
oposición al final de la administración entre las dos fuerzas políticas para
designar al candidato y su plataforma de campaña dejó entrever las diferencias
respecto al proyecto de gobierno que habían comenzado.
2. La
personalización de la dinámica política sobre la expresidenta ya no alcanzó a
conseguir los resultados positivos de la campaña electoral. Ya en el gobierno
aceleró su desgaste y generó una percepción en la ciudadanía de ineficiencia.
Tampoco
el partido tricolor supo reaccionar a los cuestionamientos; volvió a recurrir a
la fórmula de que se trataban de ataques misóginos.
Fue un
craso error permitir que la presidenta no concluyera su gobierno y brincara a
una diputación plurinominal; de esta manera, la percepción se generalizó: sólo
había visto por sus propios intereses.
3. Derivado de lo
anterior, el partido descuido la construcción de liderazgos continuadores del proyecto
político llegando al proceso electoral sin ninguna personalidad posicionada
frente al electorado.
4. La polémica sobre sus
acciones de gobierno. Todas las acciones de gobierno o las políticas públicas
provocan resistencia de algunos sectores afectados en algunos de sus intereses,
eso es lo más natural; sin embargo, en algunas de sus acciones se prolongó
demasiado la polémica sobre su implementación terminando por afectar la imagen
del gobierno. Ejemplo de ello son las obras en el centro histórico y la
concesión del servicio de recolección de basura.
Ciertamente hubo
acciones positivas como el transporte público gratuito a los adultos mayores y
la gran cantidad de recursos destinados a obras públicas pero en la balanza del
ciudadano terminaron por pesar más la polémica de ciertas acciones del gobierno
municipal.
5. El golpeteo de la
oposición. Como es lógico en la democracia, también hace lo suyo el seguimiento
y golpeteo político por parte de la oposición; en este caso, del Partido Acción
Nacional.
Este mismo ejercicio
político también le permitió al PRI llegar a la presidencia, no es nada nuevo.
6. Corrupción. La
aparición en los medios de comunicación de actos de corrupción por parte de
funcionarios del Gobierno Municipal afectó seriamente su imagen.
Independientemente de
que se puedan comprobar provocaron un daño irreparable en la administración de
2012-2015. Debió haber sido uno de los aspectos más cuidados precisamente para
poder ser usado como bandera para la continuidad; no obstante, terminó por
enterrarlos.
7. Voto conservador
de las masas. Como señalaba Maurice Duverger las masas suelen votar en forma
conservadora, es decir, votan por la opción ya conocida y con la que se tiene
mayor familiaridad.
En el caso de León, después
de votar en el 2012 por un partido distinto al tradicional y de alguna manera
probar, decidieron regresar a votar por el PAN que por un tiempo bastante
considerable fue la opción más votada.
Esta breve
enumeración de causas solamente tiene como propósito reflexionar sobre la
alternancia fallida en el gobierno municipal.
Ahora regresa el PAN
al poder y los retos no son menores: honestidad, eficiencia, innovación, sensibilidad
social, transparencia y rendición de cuentas serán algunos de los aspectos a
considerar por los ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario