El evento
más relevante en materia política durante esta semana debió haber sido el
Tercer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto porque nos permite
abordar y tomar alguna posición sobre la realidad del país. Lamentablemente, al
entregar este texto todavía no se había realizado; por lo que, nos es imposible
abordar el mensaje del presidente; sin embargo, podemos reflexionar sobre
algunos aspectos previos que sin duda son importantes.
Primero,
retomemos la evaluación del presidente hace un año a partir de la encuesta de
Consulta Mitofsky.
Consulta
Mitofsky en agosto de 2014 señalaba que el 47% aprobaba al presidente;
mientras, el 51% lo desaprobaba. Los problemas principales identificados por
los ciudadanos son: los económicos con el 60% y en segundo lugar, los de
inseguridad con el 35%. De esta manera, el 33% opinó que vamos por el rumbo correcto,
mientras el 57% consideró que vamos por el rumbo equivocado.
La
conclusión de Mitofsky fue: disminuyen
los niveles de aprobación de presidente por el desgaste en la aprobación de las
reformas; para el siguiente año el ciudadano reaccionará si la economía
aterriza en mejores condiciones de vida, por lo que, de poco le servirán los
discursos y las promesas.
Esta
tendencia podría haberse revertido en el transcurso de este año; por ello,
revisemos la encuesta realizada por Grupo Reforma a mediados de este 2015,
donde destacan los siguientes resultados:
El
porcentaje de ciudadanos que desaprueba el trabajo del presidente es del 64%;
el más alto desde que inició su gobierno. Más severa es la evaluación de los
líderes de opinión que lo desaprueba con un 84%.
Los
asuntos peor evaluados son: la economía del país y la corrupción, ambas con un
11% favorable.
Estos
resultados se ven influenciados por la fuga del narcotraficante Joaquín ·”El
Chapo” Guzmán que dos semanas antes se había fugado. Por esa razón, tratemos de
dimensionar su influencia considerando la encuesta realizada por el periódico
El Universal precisamente sobre el tema:
El 80% de
los encuestados no cree en la versión del gobierno mexicano sobre la fuga de
Joaquín Guzmán. El 43% considera que fue por la corrupción por la que pudo
fugarse el narcotraficante mexicano y el 65% no cree que será capturado
nuevamente. Y lo más importante, para el 91% empeoró su opinión sobre el
gobierno del presidente Peña Nieto.
Más
importante que el mensaje son las decisiones que pudiera tomar el presidente y
ha tomado algunas antes de presentar su Informe de Gobierno. El presidente
decidió modificar algunos Secretarios de Estado; llevó a cabo 7 cambios en su
gabinete y 3 en su gabinete ampliado, a saber:
Jorge
Calzada, exgobernador de Querétaro a la Secretaría de Agricultura.
Rafael
Pacchiano a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Enrique
de la Madrid que estaba al frente de bancomext a la Secretaría de Turismo.
Claudia
Ruiz Massieu Salinas exsecretaria de Turismo a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Jose
Antonio Meade exsecretario de Relaciones Exteriores a la Secretaria de Desarrollo
Social.
Rosario
Robles exsecretaria de Desarrollo Social a la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano.
Francisco
Guzmán como Jefe de la Oficina de la Presidencia.
Aurelio
Nuño exjefe de la Oficina de la Presidencia a la Secretaría de Educación.
Jorge
Reyes Baeza a la dirección general del ISSTE.
Renato
Sales como Comisionado Nacional de Seguridad.
La
interpretación de estas decisiones ha tenido dos principales lecturas:
1. Son
cambios sin cambio, es decir, el presidente mantiene su confianza en la
estructura básica de su equipo y no realiza cambios profundos. Son solamente
rotaciones en las secretarías.
2.
Ciertos nombramientos propiciaron la especulación sobre los presidenciables; tal
es el caso de José Antonio Meade y Aurelio Nuño. En este sentido, las
decisiones fueron tomadas con miras al 2018, más que adecuar su equipo para
modificar su gobierno a nuevas circunstancias.
De esta
manera, como en cualquier Informe de Gobierno se resaltarán los logros de la
presente administración; como ya lo permite ver la propaganda del Gobierno de
la República.
Frente a
los pendientes el presidente ha señalado tres causas: la desigualdad, la
corrupción y el entorno internacional complejo. Para las dos primeras, ya
debiéramos tener resultados y es cuestionable que a la mitad del sexenio se
descubra que son el principal obstáculo para el desarrollo de México cuando en
diferentes formas han sido de las principales demandas de la sociedad. Más aún,
temas como la corrupción se han convertido en el lastre de la administración
que difícilmente podrá borrar. Respecto al entorno internacional adverso no
depende de su gobierno encontrar soluciones; sin embargo, sí debió crear las
condiciones para enfrentar la volatilización internacional; ciertamente la
estabilidad económica contribuye a ello; pero el aumento de impuestos, el
crecimiento del gasto y de la deuda pública limitan al gobierno en la
actualidad para sortear el entorno internacional.
Podría
ser que sobre estas tres causas encontremos algunas novedades en el discurso del
presidente que valdría la pena retomar más adelante.
La
solución a estas causas y a los grandes pendientes tendrán que venir del
ingenio del gabinete y de la mayoría en la cámara de diputados que tiene el
partido del presidente porque difícilmente la encontrará en la colaboración de
los partidos de oposición debido a que radicalizarán sus posturas para buscar
el voto inconforme del actual gobierno.
Así que
el presidente se encuentra en el escenario más adverso después de tres años de
gobierno y todo parece indicar que su mensaje, que acompañará al Tercer
Informe, no será suficiente para revertirlo porque los ciudadanos están
esperando resultados más evidentes.
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