1. En
esta ocasión reflexionemos sobre los partidos políticos con miras al año que
iniciamos: revisar su situación interna, la agenda que impulsarán y su relación
con otros partidos con la finalidad de comprender las decisiones que se tomarán
a lo largo del año y de que como ciudadanos reconozcamos a uno de los
principales actores de la vida política de nuestro país.
Alguien
podría objetar, justificadamente, que no tendría caso revisar a los partidos
políticos porque no ven por el beneficio de la sociedad en general sino por sus
propios intereses. Los partidos como cualquier organización son cuestionables
por sus resultados y por su vida
interna; sin embargo, consideremos que al encontrarse en el marco de la
política tienden a verse de manera negativa. Como señala en una reflexión el
politólogo Manuel Alcántara, a pesar de los cuestionamientos a los partidos,
han venido cumpliendo con funciones en nuestra democracia como son la de
reclutar y formar los cuadros para la democracia.
2. Vamos
a considerar a los partidos políticos porque nuestro sistema político se ha
transformado y en la actualidad tienen un papel central. Hace algunos años las
decisiones las tomaban el presidente y
solamente tenía que superar algunos contrapesos al interior del partido al
estar integrado por diferentes sectores; no obstante, por lo general, se
asumían las disposiciones y se aplicaban. No era necesario consensar con otras
fuerzas políticas y si se oponían, tampoco llegaba a ser de gran relevancia. En
los congresos locales también era mayoría el partido del presidente en turno
así que ahí tampoco encontraban freno las iniciativas presidenciales.
En la
actualidad, son los partidos políticos los que van construyendo acuerdos para
aprobar una iniciativa o por el contrario, detenerla. No existe hasta el
momento, una fuerza política capaz por sí sola de llevar a cabo grandes
reformas en nuestro país. Ahora bien, también es muy importante la cantidad de
partidos políticos. No es lo mismo que existan dos o cuatro partidos, el hecho
de que aumente el número de partidos hace más complejas las relaciones y la
toma decisiones. En el caso de nuestro país, tenemos tres grandes partidos
mayoritarios que podemos identificar con las tres posiciones del espectro
político: en la derecha, al PAN; en la izquierda al PRD y en el centro, aunque
algunos lo pueden cuestionar, al PRI. De esta forma, las decisiones políticas
pueden ser tomadas por los tres o dos partidos dependiendo de sus intereses y
objetivos, de la coyuntura y de quien la esté proponiendo.
Como
habíamos mencionado la semana pasada, éste año será muy importante porque se
discutirán y aprobarán las leyes secundarias; por lo que, los partidos fijaran
sus posiciones y aunque ya no será necesario una mayoría absoluta algunas
votaciones pueden verse superadas por la oposición de los partidos.
3. En la
derecha, el Partido Acción Nacional continúa la confrontación por el control
del partido por el grupo identificado con el presidente nacional Gustavo Madero
y en contra parte, al senador Ernesto Cordero. Quien consiga quedarse al frente
del partido determinará la política a seguir respecto al gobierno del presidente
Peña Nieto. En un primer momento el senador Cordero se mostró más renuente a
cooperar con el gobierno federal; mientras que, Madero optó por la negociación.
Este fin
de semana se lleva a cabo una reunión del Consejo Nacional donde se discuten
algunos de sus reglamentos internos. De sus resultados y la forma en la que
lleguen a ellos, podría mostrarnos un partido dividido o que paulatinamente va
cerrando filas.
Éste
partido vuelve a ser clave para ciertos temas, como por ejemplo: la reforma
energética donde estaría de acuerdo con la mayor apertura posible en el sector;
por lo que podría existir una coalición parcial con el gobierno de Peña Nieto.
No obstante, ellos también son conscientes de que siguen siendo la alternativa
electoral en caso de que el gobierno de Peña Nieto no tenga éxito.
4. En la
izquierda su situación es más compleja pero al mismo tiempo más previsible.
Aunque el PRD es el partido dominante de la izquierda, también podemos incluir
al resto de los partidos que podrían caracterizarse por: la división, el
predominio de algunas de sus personalidades y la oposición a las iniciativas
del gobierno federal.
La
división ha caracterizado históricamente a los partidos de izquierda pero
paradójicamente en determinadas coyunturas suelen integrarse en un solo bloque.
Ahora, tanto el PRD como los otros partidos tendrán que definir si se integran
para discusiones específicas o frente al gobierno del presidente Peña Nieto.
Una
variable determinante será la posición de Andrés Manuel López Obrador que se mantiene
con la intención de crear un nuevo partido político pero ha afrontado problemas
en el cumplimiento de algunos requisitos. La figura de López Obrador sigue
siendo atractiva para un sector del electorado bastante crítico con los
gobiernos considerados neoliberales; por eso, no es extraño que el político
tabasqueño convoque a revertir las reformas.
El PRD y
sus dirigentes habían dado un pequeño giro cuando decidieron votar junto con el
PRI una reforma fiscal mostrando la negociación política como un camino que
podría tomar la izquierda en nueva etapa. Sin embargo, al llegar la discusión
de la reforma energética volvieron a asumir su oposición tradicional.
A final
de cuentas, su radical oposición le permite mantenerse con el voto duro pero no
consigue ampliar su confianza con el elector de centro.
5. El
PRI en estos momentos no es motivo de noticia porque no han aparecido políticos
o corrientes que se opongan al presidente pero sin duda a su interior existirán
diferentes puntos de vista sobre las primeras acciones.
El
partido ha actuado con disciplina y ha respaldado en todos los ámbitos las
iniciativas del presidente. En este contexto tendrá que redoblar esfuerzos para
concretarlas y conseguir que den los resultados esperados.
6. Los
partidos pequeños también mantendrán una relativa importancia pero siempre
vinculados con algún partido mayoritario, de otra forma serán intrascendentes
sus posiciones. Como lo hemos visto hasta ahora, algunos de ellos lo harán con
el PRI y otros se inclinarán hacia el lado izquierdo.
7.
Finalmente, tomemos en cuenta que los cambios y las decisiones del México
actual ya no son tomados por una persona sino de éstas instituciones muy
importantes para la democracia y por lo tanto, son responsables de las
implicaciones y consecuencias. Claro, nos referimos a una responsabilidad
política.