1. El
panorama económico de nuestro país luce, por lo menos, incierto aunque más de
algún analista se ha animado a señalarlo como oscuro en el corto plazo.
Las
Reformas Estructurales que tentativamente permitirían un mayor crecimiento de
la economía se encuentran discutiendo en el Congreso sin mucha esperanza de que
puedan concretar cambios profundos; a pesar de que, en política no son extraños
los grandes giros en el último momento.
2. La
iniciativa de Reforma Energética, presentada por el Partido Revolucionario
Institucional, no tuvo el alcance que algunos esperaban, sobre todo por parte
de la iniciativa privada en relación con la apertura de PEMEX a la inversión
privada.
En este
sentido, es más profunda la iniciativa de Acción Nacional; sin embargo, ha
condicionado su aprobación a que salga primero la Reforma Política. Todo parece
indicar que el blanquiazul no ofrecerá facilidades de cooperación con el
partido en el poder a no ser que termine imponiendo su agenda y algunas de sus
propuestas.
Con los
partidos de izquierda no existe posibilidad de negociación al oponerse a
cualquier modificación constitucional. Aunque no cuentan con el número
suficiente de legisladores para bloquear la iniciativa, si tendrían la posibilidad
de movilizaciones sociales significativas.
3. La
Reforma Hacendaria que mantenía mayor coincidencia con los partidos de
izquierda ya sufrió algunos cambios importantes que reducen la posibilidad de
obtener mayores recursos.
El PAN
se opuso al IVA a colegiaturas, a la renta, compra-ventas de vivienda y a su homologación en la frontera. En el
mismo sentido se pronunciaron las organizaciones empresariales pues a su
consideración se sigue golpeando a los contribuyentes cautivos.
El PRI
terminó aceptando algunas de estas observaciones reduciendo las alternativas
para que el gobierno se hiciera de más recursos.
4. A
esta situación le tenemos que agregar que hace quince días el Fondo Monetario
Internacional (FMI) redujo sus las expectativas de crecimiento para nuestro
país de 2.9% al 1.2% debido a la caída del gasto público, la construcción y la
demanda americana de exportaciones.
Éste
análisis realizado por el Fondo Monetario Internacional no es extraño si
consideramos que el crecimiento global también se ve afectado por la incipiente
recuperación económica de las principales economías. No obstante, no deja de
preocupar al interior del país porque se suma un año más con crecimiento por
debajo de lo que necesita el país.
5. Esta
situación económica comienza a tomar fuerza en la opinión pública. De acuerdo a
una encuesta realizada por BGC-Excélsior el 69% considera que el estado de la
economía está mal o muy mal. Este porcentaje, en base a la propia encuesta, es
el más alto desde hace cuatro años, ni siquiera durante la crisis mundial de
2008 alcanzó esta percepción.
Asimismo,
el 64% de los encuestados considera que el presidente Peña Nieto está tomando
las medidas inadecuadas para solucionar los problemas económicos; esta percepción
se relaciona con la propuesta hacendaria y el aumento en los precios del sector
público.
Para
rematar, la población no tiene esperanza de mejorar pues el 70% piensa que el
país entrará en crisis debido a la situación internacional y a las acciones del
gobierno.
6. Así
que el cierre de año desde el punto de vista económico no aparece muy
alentador. Después de comentar tres realidades diferentes: la situación de las
Reformas estructurales, el análisis del FMI y la opinión pública, tenemos el
mismo escenario donde la economía mexicana no crece lo suficiente.
De
confirmarse estas perspectivas y la
percepción de la opinión pública el gobierno de Peña Nieto será objeto de muchos
cuestionamientos, aunque los partidos de oposición también sean corresponsables. Esta historia parece repetirse de
administraciones recientes pero todavía no terminamos de entender. Tal vez,
vaya ser necesario tocar un poco más de fondo.